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El miedo a invertir es una sensación común, especialmente para quienes no tienen experiencia. Este temor, aunque natural, puede ser superado con conocimiento y preparación. El sistema de educación actual no prepara a nadie para una vida de libertad financiera, lo que genera incertidumbre. Sin embargo, el miedo no factura. Para superar esta barrera, es fundamental minimizar la aversión al riesgo a través del estudio constante.
Permíteme compartirte mi experiencia personal. En la universidad, aprendí que comprar acciones era un proceso manual y lento. Años después, descubrí que estaban equivocados. Hoy, puedes invertir desde casa con un computador y capital inicial, pero antes es crucial estudiar el arte de invertir, conocido como trading.
Gracias a la tecnología, el mundo de las finanzas está al alcance de un clic. En 1971, el presidente Nixon abolió el respaldo del dólar en oro, dando origen al mercado global de divisas (FOREX), que hoy mueve 5.3 billones de dólares diarios. ¿Te imaginas obtener una pequeña tajada de ese mercado?
Sí, invertir conlleva riesgos. La clave está en invertir cantidades que no afecten tu estilo de vida. Si ganas $1,000 USD al mes y ahorras $100, en 10 meses tendrás $1,000 para invertir. Una rentabilidad del 1% mensual serían $10 adicionales. Si pierdes tu inversión inicial, no afecta tu vida porque fue un ahorro para ese propósito. Con el tiempo, ganarás experiencia para mejorar tus estrategias.
No existen inversiones 100% seguras. La historia nos enseña que incluso bonos gubernamentales o productos bancarios conllevan riesgos. Crisis como la de 2008, colapsos de gobiernos o escándalos en empresas demuestran que el riesgo es una constante. Por eso, las inversiones deben hacerse con inteligencia financiera, no con necesidad.
"No inviertas lo que no estás dispuesto a perder".
Si bien no deseas perder, existen métodos para amortiguar los golpes. Aquí te explico algunos:
El mundo de las finanzas está lleno de oportunidades, pero también de riesgos. La clave está en educarte, planificar y tomar decisiones informadas. El sistema educativo tradicional no quiere que tengas esta información, pero ahora que la tienes, depende de ti dar el primer paso.
Escrito por: Stephany Rojas